El adiós a Bruno, el Messi de los perros: su historia en Escobar, míticos rastreos y una plaza en Victoria en homenaje a su carrera
El animal, de raza Weimaraner, falleció a los 12 años. Fue un ícono de la Brigada Canina de la Municipalidad. Participó en más de 280 casos y fue condecorado por la policía de Brasil. Piden un monumento en su honor.

Bruno, el perro rescatista de Escobar que trascendió fronteras con sus heroicos rastreos gracias a su olfato privilegiado. Falleció a los 12 años y los vecinos lo recordaron en redes.
Un profundo dolor causó en la comunidad de Escobar la partida de uno de sus grandes mitos urbanos. Se trata del perro Bruno, uno de los canes rescatistas más famosos de América. «Fue un héroe que dejó huella en cada rincón donde pisó. A lo largo de sus 12 años, se ganó el cariño y respeto de todos, convirtiéndose en el Messi de los perros y en un ícono de la Brigada Canina de la Municipalidad«. Con esa frase lo despidió la Comuna.
El animal participó en más de 280 casos, cruzando fronteras para ayudar en operativos no solo en Argentina, también en Bolivia, Paraguay y Brasil. Su agudo olfato fue clave para encontrar a personas, tanto víctimas como responsables de crímenes atroces para que sean juzgados.
«No solo fue un compañero de trabajo, sino que lo adoptamos como parte de nuestra familia y lo consideramos un orgullo escobarense. Por eso, acercamos nuestro más sentido pésame a Diego Tula y Raquel Peralta, sus entrenadores y cuidadores. Descansa en paz, Bruno, siempre serás nuestro héroe», cierra el mensaje.
La leyenda de Bruno, un mito de Escobar
Era un Weimaraner que trabajó desde que tuvo un año, cuando sus dueños y familia se dieron cuenta que aprendía con más rapidez que un perro promedio. Raquel decidió comenzar a entrenarlo con mayor intensidad desde una obediencia básica hasta que se convirtió en un ejemplar de seguridad y de rastreo. La mujer -adiestradora- rápidamente notó que era distinto. «Tenía un nivel de hiperactividad fuera de lo normal», recuerda.

«Yo llevaba a otro can a una asociación donde el capitán Néstor Páez de la Policía Científica de la Bonaerense le vio algo especial a Brunito», dijo la mujer.
No pasó ni un mes dentro de la fuerza, que se hizo famoso. En poco tiempo se transformó en el especialista número uno del país en buscar el olor de una persona en particular. Todos tenemos un olor particular, es como una huella digital. No hay dos olores iguales en el mundo, cuentan los expertos. Y él detectaba eso para luego empezar a seguir su rastro.

Su fama se fue acrecentando hasta que la resolución de un femicidio lo transformó en mito. En 2017, la desaparición de la joven Anahí Benítez en Lomas de Zamora conmovió al país. Comenzaron a buscarla en todo el Conurbano, y especialmente en las zonas de la reserva de Santa Catalina, en ese municipio del sur del GBA.
Hasta allí llegó el héroe de cuatro patas, que detectó el olor de Anahí y siguiendo su instinto también descubrió el «perfume» de Marcos Esteban Bazán en el pozo donde finalmente hallaron el cuerpo sin vida de la chica. Hoy, tras un largo proceso, Bazán sigue preso por ese crimen.

Trabajó también en el caso de Matías Vélez, el abuelo de Lobos y femicidios de San Pedro y Lanús. En otros casos encontró a las víctimas con vida y fue clave para sus rescates o recuperaciones de accidentes. En otros, fue el encargado de dar con rastros de cuerpos, como el de Anahí.
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En 2018, Bruno, junto a personal de la división canina de la Policía Local de Escobar tuvieron una participación clave para intimidar a los captores de Kimey Ferreyra de Moraiz en Quilmes y así lograr que el chico apareciera sano y salvo. Por todas estas cosas empezaron a llamarlo el «Messi de los perros rastreadores».
Su carrera siguió progresando. No trabajó solo en Argentina sino que colaboró en Bolivia, Paraguay y Brasil, donde obtuvo un reconocimiento del Comandante General de la policía de élite BOPE. Por otro lado, en nuestro país recibió una declaración de Beneplácito del Congreso Nacional.

A los 9 años ya era un mito en toda la zona Norte del Conurbano, tanto que el mismo día que lo jubilaron de la brigada, en 2021, fue el municipio vecino de San Fernanado informó que harían una plaza en su honor.
La «Plaza Bruno» se transformó en realidad en octubre de 2023 y fue la primera del país dedicada a reconocer la labor de un perro. Su creación fue un fuerte mensaje de concientización respecto de la tenencia responsable de animales de compañía, destaca un comunicado del municipio. El espacio fue inaugurado por el intendente Juan Andreotti. Está pegado al Centro de Atención Animal, en las calles Santa Rosa y Leopoldo Lugones, en Victoria.

«Trabajó muchos años en operaciones, ayudando a muchas familias. Es un vecino que ha dado mucho, entonces hoy, a punto de terminar su tarea, no había mejor manera de reconocerlo con su nombre en esta plaza al lado del Centro de Atención Animal, que cuenta con un canil. Agradecemos a Bruno y a su familia por todo lo que han hecho; es un lindo gesto de nuestra ciudad», indicó entonces el intendente.
Tras su muerte, cientos de mensajes de condolencias llegaron a las redes de la Municipalidad de Escobar. Y entre ellos también muchos pedidos para que la Comuna también destine un espacio, o al menos la realización de un monumento en homenaje a Brunito, el Messi de los perros rastreadores y uno de los grandes orgullos del Partido.
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